Abres los apuntes, lees la primera frase, la relees, pasas a la siguiente, llegas al final de la página…. Y vuelves de nuevo al párrafo inicial sin haber entendido nada. Cuando quieres darte cuenta ya ha pasado una hora sin que tu cerebro haya sido capaz de absorber la información que necesitas fijar para el examen. Tal vez cuentes con las mejores condiciones: una rutina de estudio apropiada, un lugar tranquilo donde repasar, una buena bibliografía…. ¿Qué falla entonces? No, no es que cada día te estés volviendo más tonto, deshecha esa idea porque lo más probable, es, simplemente, que tus hábitos no sean los más saludables para una persona que necesita estudiar.
Siempre es importante que nos cuidemos: hacer deporte, dormir bien y vigilar la alimentación son pilares sobre los que se sustenta nuestra salud a cualquier edad y condición, pero sí es cierto que existen unos consejos específicos para las personas que están estudiando. Veámoslos.
Una alimentación adecuada
¿Sabías que hay alimentos que pueden ayudarte con el estudio? Según el doctor Gurutz Linazasoro, portavoz de la Sociedad Española de Neurología, existe una conexión real entre algunos nutrientes y la función cognitiva, como el fósforo, el potasio, los ácidos omega-3 o el triptófano. Por tanto, los alimentos ricos en esos nutrientes serían recomendables para quienes necesitan un extra de concentración:
- Frutos secos: todo un clásico a la hora de mejorar el rendimiento. ¿Quién no ha oído alguna vez eso de que las nueces son buenas para el cerebro? (y sí, lo son, aunque son aún mejores para el corazón). Los frutos secos son ricos en fibra, grasas saludables, proteína, vitamina E y zinc.
- Aguacate: este delicioso fruto contiene ácidos grasos saludables, potasio y hierro, que favorecen la salud del cerebro. Asimismo, también contiene vitamina B12 y B6, que combate la pérdida de memoria.
- Pescado azul: es muy rico en omega-3, un ácido graso que previene el deterioro mental. Así que a partir de ahora recuerda que salmones, atunes y caballas son tus nuevos mejores amigos.
- Verduras verdes rojas y naranjas: las rojas previenen problemas de memoria, las verdes contienen betacarotenos y vitamina C y las naranjas retrasan el envejecimiento prematuro. Consumirlas de forma habitual te mantendrá en forma y listo para cualquier reto.
- Los cítricos: mejoran el rendimiento mental y la función cerebral en general. Así que ya sabes… ¡bienvenidos limones, naranjas, mandarinas y pomelos!
- Los huevos: especialmente la yema. Contienen nutrientes como la vitamina B12 y el selenio, que mejoran la memoria y la atención.
¿Duermes lo necesario?
No sirve de nada comer adecuadamente si nos olvidamos de descansar. Mientras tú cierras los ojos y sueñas con matrículas y sobresalientes, tu cerebro se arremanga y se prepara para una dura tarea. Según el doctor Eduard Estivill, autor del libro Dormir sin descanso, permanece muy activo y pasa por diferentes ciclos que se repiten hasta cuatro o cinco veces en una misma noche. Durante ese tiempo se produce una ‘limpieza’ de nuestras neuronas, dejándolas impecables y libres de dañinos detritus celulares (expulsa, entre otras, a las proteínas relacionadas con el Alzheimer).
Para que esa limpieza pueda ser efectiva y te permita sentirte más descansado y productivo, es recomendable cuidar una serie de pautas. La Universidad de Deusto aconseja:
- Establecer un horario: ¡y cumplirlo, claro!
- Apagar los aparatos digitales: la luz artificial engaña al cerebro y le hace creer que es de día.
- Usa la cama solo para dormir: si la utilizas para actividades como trabajar o estudiar tu sueño se resentirá.
- Toma algo caliente: a algunas personas les ayuda a conciliar el sueño.
- Escribe: plasmar en una hoja lo sucedido durante el día contribuye a resolver los conflictos internos.
- Condiciones adecuadas: el dormitorio debe tener una temperatura agradable, sin humedad y con luz muy suave.
- Siestas: ¿a favor o en contra? Si te cuesta dormir, mejor evítalas.
Cuida tu salud mental
Especialmente a raíz de la pandemia, muchas personas han visto mermado su rendimiento por problemas como ansiedad o estrés. De hecho, el año pasado la salud mental fue la gran preocupación del 72 % de los estudiantes en España, según un estudio de la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE). La profesora adjunta de Psicología de la Universidad de Georgetown, Jelena Kecmanovic, hace las siguientes recomendaciones:
- Desarrollar una rutina: al establecer un horario se minimiza la sensación de incertidumbre y, por tanto, ayuda a combatir la ansiedad.
- Tener un lugar de trabajo: tu pequeño templo del estudio, bien separado de tus espacios de relax y ocio.
- Dedicarse tiempo a uno mismo: hacer ejercicio o meditar pueden ser actividades muy positivas para mejorar la salud mental.
- Sal a que te dé el aire: pasear, especialmente si se hace por la naturaleza, disminuye el estrés, la ansiedad y la depresión.
- No huyas de tus miedos: al contrario, acéptalos y con el tiempo esa aceptación te ayudará a superarlos.
- Si lo necesitas, busca ayuda profesional.
Haz deporte
Según un estudio llevado a cabo por la OMS, la actividad física mejora el rendimiento académico porque “es beneficiosa para el desarrollo de habilidades cognitivas, motoras y sociales”. Así que ya sabes… ¡Zapatillas y a correr! Y si eres de los que necesita una grúa para salir del sofá, no te preocupes, te traemos unos consejos para que te sea más sencillo habituarte a hacer ejercicio. Los preparadores físicos coinciden en que las claves son:
- Empezar poco a poco: si el primer día te pegas el gran atracón tendrás unas agujetas legendarias y no querrás volver a intentarlo. Al principio tiene que ser suave. Por ejemplo: 30 minutos tres días a la semana y de ahí ir subiendo.
- Haz algo que te guste: si eliges una actividad que no te motiva, difícilmente podrás mantener el hábito a largo plazo.
- Cambia la rutina cada cierto tiempo: en caso contrario, corres el riesgo de aburrirte y acabar dejándolo.
- Ten paciencia: está claro que en dos días no vas a conseguir el famoso six pack.
- Al principio no será fácil: habituarse a hacer ejercicio tras años de sedentarismo no es una tarea sencilla, pero no caigas en la tentación de desistir, tu cuerpo te lo agradecerá… ¡Incluido tu cerebro!
Desde Wordiix confiamos en que este artículo te resulte práctico para mejorar tus hábitos y que ello se refleje en tu rendimiento académico. Recuerda que en nuestra plataforma puedes encontrar al profesor que se adapte a tus necesidades y te ayude a conseguir tus metas. ¡Queremos crecer contigo!